sábado, 26 de abril de 2008


Voy andando por un sendero.
Dejo que mis pies me lleven.
Mis ojos se posan en los árboles, en los pájaros, en las piedras. En el horizonte se recorte la silueta de una ciudad. Agudizo la mirada para distinguirla bien. Siento que la ciudad me atrae.
Sin saber cómo, me doy cuenta de que en esta ciudad puedo encontrar todo lo que deseo. Todas mis metas, mis objetivos y mis logros. Mis ambiciones y mis sueños están en esta ciudad. Lo que quiero conseguir, lo que necesito, lo que más me gustaría ser, aquello a lo cual aspiro, o que intento, por lo que trabajo, lo que siempre ambicioné, aquello que sería el mayor de mis éxitos.
Me imagino que todo eso está en esa ciudad. Sin dudar, empiezo a caminar hacia ella. A poco de andar, el sendero se hace cuesta arriba. Me canso un poco, pero no me importa.
Sigo. Diviso una sombra negra, más adelante, en el camino. Al acercarme, veo que una enorme zanja me impide mi paso. Temo... dudo.
Me enoja que mi meta no pueda conseguirse fácilmente. De todas maneras decido saltar la zanja. Retrocedo, tomo impulso y salto... Consigo pasarla. Me repongo y sigo caminando.
Unos metros más adelante, aparece otra zanja. Vuelvo a tomar carrera y también la salto. Corro hacia la ciudad: el camino parece despejado. Me sorprende un abismo que detiene mi camino. Me detengo. Imposible saltarlo.
Veo que a un costado hay maderas, clavos y herramientas. Me doy cuenta de que está allí para construir un puente. Nunca he sido hábil con mis manos... Pienso en renunciar. Miro la meta que deseo... y resisto.
Empiezo a construir el puente. Pasan horas, o días, o meses. El puente está hecho. Emocionado, lo cruzo. Y al llegar al otro lado... descubro el muro. Un gigantesco muro frío y húmedo rodea la ciudad de mis sueños...
Me siento abatido... Busco la manera de esquivarlo. No hay caso. Debo escalarlo. La ciudad está tan cerca...
No dejaré que el muro impida mi paso.
Me propongo trepar. Descanso unos minutos y tomo aire... De pronto veo, a un costado del camino un niño que me mira como si me conociera. Me sonríe con complicidad.
Me recuerda a mí mismo... cuando era niño.
Quizás por eso, me animo a expresar en voz alta mi queja: -¿Por qué tantos obstáculos entre mi objetivo y yo?
El niño se encoge de hombros y me contesta: -¿Por qué me lo preguntas a mí?
Los obstáculos no estaban antes de que tú llegaras... Los obstáculos los trajiste tú.
Obstáculos.

Jorge Luis Borges

Si pudiera vivir nuevamente mi vida.
En la próxima trataría de cometer más errores.
No intentaría ser tan perfecto, me relajaría más.
Sería más tonto de lo que he sido, de hecho
tomaría muy pocas cosas con seriedad.
Sería menos higiénico.
Correría más riesgos, haría más viajes, contemplaría
más atardeceres, subiría más montañas, nadaría más ríos.
Iria a más lugares adonde nunca he ido, comería
más helados y menos habas, tendría más problemas
reales y menos imaginarios.
Yo fui una de esas personas que vivió sensata y prolíficamente
cada minuto de su vida; claro que tuve momentos de alegría.
Pero si pudiera volver atrás trataría de tener
solamente buenos momentos.
Por si no lo saben, de eso está hecha la vida, sólo de momentos;
no te pierdas el ahora.
Yo era uno de esos que nunca iban a ninguna parte sin termómetro,
una bolsa de agua caliente, un paraguas y un paracaídas;
Si pudiera volver a vivir, viajaría más liviano.
Si pudiera volver a vivir comenzaría a andar descalzo a principios
de la primavera y seguiría así hasta concluir el otoño.
Daría más vueltas en calesita, contemplaría más amaneceres
y jugaría con más niños, si tuviera otra vez la vida por delante.
Pero ya tengo 85 años y sé que me estoy muriendo.
Groucho Marx (Nació el 2 de octubre de 1890- Murio 19 de agosto de 1977) fue un actor, comediante y escritor estadounidense, conocido principalmente por ser uno de los miembros de la familia cómica Hermanos Marx.
Nació como Julius Henry Marx en Nueva York en el seno de una modesta familia de inmigrantes alemanes judíos. Su madre era Miene (Minnie) Schoenberg que emigró a Estados Unidos desde Alemania junto a sus padres y sus hermanos y su padre era Simon (Samuel) Marx, inmigrante alemán, nacido en Alsacia cuando formaba parte de Francia y anexionada posteriormente al Imperio Alemán tras la Guerra Franco-Prusiana en 1871, con lo que Samuel pasó de ser ciudadano francés a ciudadano alemán. Orgulloso de su pasado francés fue conocido toda su vida como Frenchy.
Marx debutó en el mundo del espectáculo a los 15 años como cantante solista. Pasado algún tiempo comenzó a actuar junto a sus hermanos en el vodevil, primero en tríos o cuartetos musicales y finalmente en revistas. La obra Cocoanuts, interpretada de 1925 a 1928, dio a los Marx su oportunidad en Broadway. A raíz de este éxito, y tras olvidar su infructuoso rodaje de una primera y perdida película muda el año 1921 Humor Risk, firmaron también un acuerdo con la Paramount, con la que hicieron varias películas, como "Los cuatro locos", "Plumas de caballo" y "Sopa de ganso", entre otras.
Tras salir de la Paramount, y gracias al productor Irving G. Thelberg, los hermanos Marx comenzaron a trabajar con la Metro Goldwyn Mayer, de donde salieron películas como "Una noche de opera" y "Un día en las carreras". En los 50 cada uno de los tres hermanos continuó trabajando independientemente en radio, televisión y cine, siendo Groucho el que más éxito cosechó, gracias a su faceta como escritor y sobre todo gracias a su programa televisivo "Apueste su vida", con el que se hizo realmente famoso en los Estados Unidos entre una generación de personas que nunca lo habían visto en el teatro y que apenas lo conocían de alguna de sus viejas películas.
Marx falleció en Los Ángeles a causa de una neumonía, dejando atrás tres ex-esposas, Ruth, Kay y Eden, tres hijos, Arthur, Miriam y Melinda, 18 películas, 14 de ellas junto a sus hermanos, y millones de admiradores.

Frases de Groucho:


*Una cita a ciegas puede convertirse en un cerdo con sombrero y un bolso de mujer.
*Jamás aceptaría pertenecer a un club que me admitiera como socio.
*¿A quien va usted a creer?, ¿a mi, o a sus propios ojos?
*Estos son mis principios. Si a usted no le gustan, tengo otros.
*Él puede parecer un idiota y actuar como un idiota. Pero no se deje engañar. Es realmente un idiota.
*Nunca olvido una cara. Pero en su caso, estaré encantado de hacer una excepción.
*Claro que lo entiendo. Incluso un niño de cinco años podría entenderlo. ¡Que me traigan un niño de cinco años!
*Desde el momento en que cogí su libro me caí al suelo rodando de risa. Algún ida espero leerlo.
*¿Por qué debería preocuparme por la posteridad? ¿Que ha hecho la posteridad por mi?
*La justicia militar es a la justicia lo que la música militar es a la música.
*La inteligencia militar es una contradicción en los términos.
*Una mañana me desperté y maté a un elefante en pijama. Me pregunto como pudo ponerse mi pijama.
*La televisión ha hecho maravillas por mi cultura. En cuanto alguien enciende la televisión, voy a la biblioteca y me leo un buen libro.
*He pasado una noche estupenda. Pero no ha sido esta.
*Debo confesar que nací a una edad muy temprana.
*O usted se ha muerto o mi reloj se ha parado.
*Recordad que estamos luchando por el honor de esa mujer, lo que probablemente es más de lo que ella hizo jamás.
*Partiendo de la nada alcance las mas altas cimas de la miseria.
*Citadme diciendo que me han citado mal.
*El matrimonio es una gran institución. Por supuesto, si te gusta vivir en una institución.
*La política es el arte de buscar problemas, encontrarlos, hacer un diagnostico falso y aplicar después los remedios equivocados.
*Es mejor estar callado y parecer tonto que hablar y despejar las dudas definitivamente.
*Bebo para hacer interesantes a las demás personas.
*Solo hay una forma de saber si un hombre es honesto: preguntárselo. Y si responde "sí", sabes que es un corrupto.
*¿Que por qué estaba yo con esa mujer? Porque me recuerda a ti. De hecho, me recuerda a ti más que tú.
*¿Servicio de habitaciones? Mándenme una habitación mas grande.
*La política no hace extraños compañeros de cama. El matrimonio sí.
*El secreto del éxito es la honestidad. Si puedes evitarla, está hecho.
*Fuera del perro, un libro es probablemente el mejor amigo del hombre, y dentro del perro probablemente esta demasiado oscuro para leer.
*No puedo decir que no estoy en desacuerdo contigo.
*Detrás de cada gran hombre hay una gran mujer. Detrás de ella, esta su esposa.
*El matrimonio es la principal causa de divorcio.
*Lo malo del amor es que muchos lo confunden con la gastritis y, cuando se han curado de la indisposición, se encuentran con que se han casado.
*Disculpen si les llamo caballeros, pero es que no los conozco muy bien.
*¿Pagar la cuenta?... ¡Qué costumbre tan absurda!
*Nunca voy a ver películas donde el pecho del héroe es mayor que el de la heroína.
*Me casé por el juzgado. Debería haber pedido un jurado.
*Es usted la mujer más bella que he visto en mi vida... lo cual no dice mucho en mi favor.
*Hasta luego cariño... ¡Caramba!, la cuenta de la cena es carísima... ¡Es un escándalo!... ¡Yo que tú no la pagaría!
*Señorita... envíe un ramo de rosas rojas y escriba "Te quiero" al dorso de la cuenta.
*El verdadero amor sólo se presenta una vez en la vida... y luego ya no hay quien se lo quite de encima.
*No piense mal de mí, señorita. Mi interés por usted es puramente sexual.
*Oh! Nunca podré olvidar el día que me casé con aquella mujer... Me tiraron píldoras vitamínicas en vez de arroz.
*¿Quiere usted casarse conmigo? ¿Es usted rica? Conteste primero a la segunda pregunta.
* ¿Por qué y cómo ha llegado usted a tener veinte hijos en su matrimonio? - Amo a mi marido. - A mí también me gusta mucho mi puro, pero de vez en cuando me lo saco de la boca.
*M. Dumont: Dime Wolfie, cariño, ¿tendremos una casa maravillosa? Groucho: Por supuesto, ¿no estarás pensando en mudarte, verdad? M. Dumont: No, pero temo que cuando llevemos un tiempo casados, una hermosa joven aparezca en tu vida y te olvides de mí. Groucho: No seas tonta, te escribiré dos veces por semana.
* ¿Me lavaría un par de calcetines? (...) Es mi forma de decirle que la amo, nada más.
*Cásate conmigo y nunca más miraré a otro caballo.
*No permitiré injusticias ni juego sucio, pero, si se pilla a alguien practicando la corrupción sin que yo reciba una comisión, lo pondremos contra la pared... ¡Y daremos la orden de disparar!
*¡Cavar trincheras! ¡Con nuestros hombres cayendo como moscas! No tenemos tiempo para cavar trincheras. Las tendremos que comprar prefabricadas.
*"Chico: Un coche y un chófer cuestan demasiado. He vendido mi coche. Groucho: ¡Qué tontería! En su lugar, yo hubiera vendido el chófer y me hubiera quedado con el coche. Chico: No puede ser. Necesito el chófer para que me lleve al trabajo por la mañana. Groucho: Pero, ¿cómo va a llevarle si no tiene coche?. Chico: No necesita llevarme. No tengo trabajo."
*Oiga mozo, ¿y no sería más fácil que en lugar de intentar meter mi baúl en el camarote, metiera mi camarote dentro del baúl?
*Que de le den el 10% de mis cenizas a mi promotor artístico.
*Mi madre adoraba a los niños. Hubiera dado cualquier cosa porque yo lo fuera.
*Si quisiera un centavo rompería la alcancia de mi hijo -si tuviera un hijo-.
*Supongo que había que inventar las camas de agua. Ofrecen la única posibilidad de beber algo a media noche sin pisar al gato.
*Durante mis años formativos en el colchón, me entregué a profundas cavilaciones sobre el problema del insomnio. Al comprender que pronto no quedarían ovejas que contar para todos, intento el experimento de contar porciones de oveja en lugar del animal entero.
*Es una tontería mirar debajo de la cama. Si tu mujer tiene una visita, lo más probable es que la esconda en el armario. Conozco a un hombre que se encontró con tanta gente en el armario que tuvo que divorciarse únicamente para conseguir donde colgar la ropa.
*Dices que conociste a John en un ascensor, y mi pregunta es: ¿subía o bajaba? Esto es muy importante porque, cuando bajamos en un ascensor, siempre tenemos una sensación de vacío en el estómago que a veces puede confundirse con amor. En cambio, si subía, se trata de un caso claro de flechazo a primera vista, y también demuestra que John es un joven en periodo de ascenso. (De una carta a su hija Miriam)
*Hijo mío, la felicidad está hecha de pequeñas cosas: Un pequeño yate, una pequeña mansión, una pequeña fortuna…
*Hace tiempo conviví casi dos años con una mujer hasta descubrir que sus gustos eran exactamente como los míos: los dos estábamos locos por las chicas.
*En las fiestas no te sientes jamás; puede sentarse a tu lado alguien que no te guste.
*He disfrutado mucho con esta obra de teatro, especialmente en el descanso.