martes, 22 de junio de 2010

Cruzaba Uriburu como cualquier día normal, el semáforo estaba en amarillo, acelere el paso para que el anciano del auto no se divierta atropellandome, mientras, reía para mis adentros de una de las tantas anecdotas del finde largo; avanzaba hasta mi departamento sacando las llaves del bolsillo, cuando de repente sucedió...

Fue rarísimo, hacia años que había intentado sacarla por mis propios medios pero me había sido imposible simplemente, sabía que se tenían que dar muchas cosas, pero nunca pensé que se me iba a despertar en ese momento...

Un rayo de luz me encandilo la cara mientras miraba el verde de uno de los árboles de la vereda del bar, es como si todo se hubiese alineado, como si una cirugía láser me operara en el momento y todo haya sido planeado en un gran complot de la naturaleza contra mi, en mis ojos, el brillo de niño volvio a mi...

Imposible redactar tal cual observe durante esos pocos minutos que duro, pude ver el día, y entre.

El ascensor tardo un poco mas que de costumbre, y tuve la oportunidad de ver lo misterioso de este, y lo hermoso que era deslizarse hacia arriba sin mover músculo alguno, pensar que en otra época eso me hubiese llevado un gran esfuerzo, pero alguien dedico ingenio para inventar estas tantas maquinas del tiempo que nos hacen explotar nuestros sentidos en un viaje, que hoy viví como nunca, todo este tiempo tuve que soportar mirar desde mas adentro de mi mente, como desde una perspectiva que saldría del cerebro y no de los ojos como antes, todo había perdido su brillo y no se veía tan real y vivo, ni mucho menos me llamaba tanto la atención..

Si hubiese sabido que iba a durar solo unos minutos quizás hubiese intentado salir a buscarte, hubiera bastado con mirarte a los ojos, para saber todas estas dudas que esta noche atormentan mi mente, y tal vez, hoy, dormiria a tu lado..




                              Recuerdo de curiosidad.

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